Bloqueador de GPS ruso destruido por una bomba guiada por GPS ucraniana: una historia de guerra tecnológica

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Bloqueador de GPS ruso destruido por una bomba guiada por GPS ucraniana: una historia de guerra tecnológica


2025-03-19 By: W, Lynn
Bloqueador de GPS ruso destruido por una bomba guiada por GPS ucraniana: una historia de guerra tecnológica

Para interrumpir las municiones guiadas por GPS y los drones, las fuerzas rusas en el sur de Ucrania han instalado un bloqueador de radio de alta potencia, que interfiere efectivamente con las transmisiones de señales.

Fuerzas ucranianas destruyeron el inhibidor de GPS Pole-21 usando una bomba guiada por GPS: ¿cómo lo hicieron?

El Equipo Independiente de Inteligencia de Conflictos detectó una sorprendente ironía. Al parecer, el sistema de guerra electrónica, presumiblemente destinado a estar operativo, estuvo inactivo durante el ataque. Este sistema, conocido como Pole-21, integra antenas y potentes generadores de señales de radio, capaces de interrumpir las conexiones de radio entre satélites GPS y diversos dispositivos que dependen del GPS para la navegación, incluyendo drones, misiles de crucero y bombas guiadas de precisión como la Munición de Ataque Directo Conjunto estadounidense. Con un alcance efectivo de aproximadamente 24 kilómetros, el Pole-21 está específicamente “diseñado para proteger activos e infraestructuras estratégicas”, según explicó el Ejército de Estados Unidos. Aunque aún no está claro qué activos específicos protegía el Pole-21 en el óblast de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, cabe destacar que esta región ha sido el foco de la contraofensiva ucraniana de cuatro meses de duración, lo que la convierte en un objetivo probable para que el Kremlin despliegue su tecnología de interferencia más avanzada.

Las fuerzas ucranianas dieron un paso importante la semana pasada al atacar y destruir con éxito el inhibidor de GPS Pole-21 con una bomba de precisión guiada por GPS. Este incidente pone de relieve la evolución del panorama táctico en Ucrania, donde la guerra electrónica, especialmente la interferencia de radio, se ha convertido en una herramienta fundamental para las fuerzas armadas rusas a la hora de contrarrestar las ventajas tecnológicas de la OTAN en drones y municiones de precisión. Desde que Ucrania adoptó los vehículos aéreos no tripulados y las municiones occidentales, Rusia ha intensificado su infraestructura de guerra electrónica en las regiones ocupadas. Un informe del Ministerio de Defensa de Estonia de 2017 destacó los esfuerzos de Moscú por modernizar sus capacidades de guerra electrónica, evidenciados en su agresión contra Ucrania. El Instituto para el Estudio de la Guerra de Washington D. C. señaló que el contraataque ruso en torno a Avdiivka, en el este de Ucrania, el 10 de octubre, comenzó con una interferencia generalizada, una prueba más de la dependencia rusa de la guerra electrónica en sus operaciones cinéticas y no cinéticas.

Durante los últimos 21 meses, a medida que Rusia intensificaba su guerra contra Ucrania, las fuerzas de Kiev han logrado avances significativos en la lucha contra las tácticas rusas de guerra electrónica. Cabe destacar que han destruido con éxito al menos cuatro docenas de costosos sistemas de interferencia rusos, cada uno con un coste de decenas de millones de dólares. Este logro pone de relieve el eficaz uso de la tecnología y la inteligencia por parte de Ucrania en el conflicto. La operación ucraniana para eliminar el Pole-21, un sistema de interferencia ruso clave, comenzó con un preciso reconocimiento con drones por parte del grupo Lobo Blanco del servicio de inteligencia ucraniano. Una vez que un dron identificó la configuración distintiva de la antena del Pole-21, un caza de la fuerza aérea ucraniana, probablemente un Sukhoi Su-27 o un Mikoyan MiG-29, lanzó estratégicamente un JDAM para neutralizar el sistema. Estas adaptaciones indican que las fuerzas ucranianas están aprendiendo y adaptándose rápidamente a las cambiantes condiciones del campo de batalla, a la vez que explotan las vulnerabilidades rusas. A medida que los ucranianos recurren cada vez más a la tecnología GPS, los rusos han respondido intentando interrumpir estas señales. Sin embargo, Ucrania ha demostrado ser resiliente, atacando y destruyendo estos sistemas de interferencia con una eficiencia impresionante.

Las fuerzas ucranianas destruyeron con éxito el inhibidor de GPS Pole-21 la semana pasada, utilizando una bomba guiada por GPS en un ataque de precisión. Esta operación plantea interrogantes intrigantes sobre el estado operativo del inhibidor durante el ataque, ya que tanto el dron como la bomba empleados por los ucranianos dependen en gran medida del GPS para la navegación. El hecho de que lograran localizar y destruir con precisión el Pole-21 sugiere que podría no estar completamente operativo en el momento del ataque. Aunque un JDAM puede funcionar sin GPS, su precisión se reduce significativamente. La principal desventaja del Pole-21 reside en su interferencia indiscriminada de señales enemigas y aliadas, lo que supone un “alto riesgo de interferencia cocanal para todos los usuarios del espectro de radiofrecuencia dentro de su alcance operativo”, según advirtió el Ejército de EE. UU. Por lo tanto, los operadores del Pole-21 deben tener precaución al activar el inhibidor, asegurándose de utilizarlo únicamente cuando no haya fuerzas rusas cercanas que requieran guía satelital. Esta limitación a veces provoca que el sistema se apague, como explicó CIT, lo que indica una posible vulnerabilidad explotada por los ucranianos en su reciente ataque.

Las fuerzas ucranianas destruyeron con éxito el inhibidor de GPS Pole-21 la semana pasada, aparentemente utilizando una bomba guiada por GPS. Parece que tuvieron un golpe de suerte o que programaron hábilmente su misión de reconocimiento y bombardeo para coincidir con un momento en que el inhibidor estaba inactivo, por lo que no podía defenderse de las municiones que debía contrarrestar.